viernes, 28 de septiembre de 2007

Cenizas


Nuevo microrelato para la cadena ser. Muy difícil esta vez, y vuelta a la tristeza y el dolor. El entorno en el que se mueve el relato es tal vez el peor en el que se pueda vivir. Me pongo en la piel del/la protagonista y sólo puedo llorar de rabia por pensar que eso una vez sucedió (es más, está sucediendo ahora mismo). Aquí va:

No sé si os pasa, pero yo nunca logro evitar que los restos de ceniza manchen la madera del mueble del comedor. Yo tampoco me esmero mucho en limpiarlo. Lo mínimo para pasar la revisión del General. Cuando él no está, dibujo corazones con el nombre de mis seres queridos. Son lo único que me mantienen con fuerzas para seguir adelante, para seguir amando, para soñar, …para vivir. Aunque muchas veces he pensado en dejarme ir. Y es que es muy triste pensar que es muy posible que alguno de los míos esté aquí y ahora entre estas cenizas.

Pongo una secuencia de una de mis películas favoritas. Con esta escena me derrumbo:

http://www.youtube.com/watch?v=SIIpwfUpEKE&mode=related&search=


miércoles, 26 de septiembre de 2007

La senda del tiempo

Esta canción sí que tiene mensaje:

http://www.youtube.com/watch?v=9e6NiR8qLHM

Expresa lo que sentí una vez y lo que me hizo, entre otras cosas, abrir este blog. Dedicada a una persona que lo necesita y que estimo.

lunes, 24 de septiembre de 2007

A través del monzón...

o así es como creo que se titula esta canción

http://www.youtube.com/watch?v=kfMnM5Y2rw8&mode=related&search=

Mi inglés patatero deshecha cualquier intención de haberla puesto por el mensaje, sólo la pongo porque me gusta, sobre cuando se encabrita al final (heavy pastel que es uno).

¿Por qué la felicidad dura tan poco?

Hasta hace poco, pensaba que no es más feliz el que más tiene sino el que menos desea. Pero ya no me creo esta máxima. Es mejor desear, eso que has vivido. Eso sí, no volvemos a ser el de antes., algo, aunque mínimamente, se cambia. Como un pueblo que vive tranquilamente en la falda de un volcán: sabe que será engullido por la lava, pero también que será reconstruído como si tal cosa a unos pocos kilómetros, ¡¡¡en la misma falda del volcán!!!

Buscando en la red cuál es el significado de felicidad he encontrado este enlace. Varios (no todos) dan en el clavo: http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=4

Me gusta especialmente esta frase: El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices. Friedrich Nietzsche (1844-1900).

¿que estás feliz por algo? tranquilo, que algo habrá que te hará ponerte pensativo. Lo que sea, pero lo habrá (Una palabra, una frase mal entendida o mal expresada; un sentimiento no lo suficientemente bien explicado; las circunstancias; etc.) La única esperanza es creer que ese momento de felicidad puede volver a repetirse.

La frase de Nietzche no define qué es felicidad, pero sí que por lo menos quita el peso de encima de pensar que uno tiene que ser feliz en todo momento y si no eres un amargado.

Tal vez, lo mejor es el Carpe Diem (vivir el momento), como decía el profesor Kittin en El Club de los Poetas Muertos: "coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela, la misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta".

Por tanto, sí, soy feliz por vivir momentos de felicidad y por creer que se pueden repetir.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Reflexiones en una larga caminata...

de 83 Km. Desde el Coll Formic (Montseny) a Montserrat (sólo de verlo en el google maps ya me daba pánico), en 22 horas 42 minutos (toda la noche en la calle, como la canción de Amaral). Montaña parriba, montaña pabajo, y otra vez parriba, y otra vez pabajo. Así fue la cosa. Eso sí, la cabeza no paraba de dar vueltas de un sitio a otro. Sufrimiento, sangre y sudor. Lágrimas al llegar a la meta. Dicen que sufriendo se tiene la verdadera percepción del amor (tal vez no vaya una cosa desligada de otra). Sufrí sobre todo por las ampollas de los piés en las bajadas. En las subidas el corazón era el que tiraba (entre unas cosas y otras mira que le doy trajín al pobre ¡¡¡Pero qué bien que le sienta!!!). Y en los momentos malos (que los hubo, con la típica pregunta "¿pero qué c... hago yo aquí?" sentía el apoyo desde la lejanía. Eso me daba fuerzas para acabar.

¿Fotos? cuando el amigo Gustavo me las pase. ¿Video? idem ¿Música? por un tubo, a veces incluso acompasando la música con air guitar. Para verme. Menos mal que era de noche. Aquí van los temas que se llevaron la palma:

Con 45 audiciones: Queensryche y eyes of a stranger (del Operation Mindcrime) , con para mí el mejor cantante de la historia del hard rock, Geoff Tate.
http://www.youtube.com/watch?v=GPuffEMDal0

Con 30 audiciones: Marilyn Manson y Coma Withe. Esta canción me pone los pelos de punta, sobre todo el final.
http://www.youtube.com/watch?v=RWLurSq7AJo

Con 25 audiciones: Red Hot Chili Peppers con Californication. Magnífica.
http://www.youtube.com/watch?v=Tn28aGYytxs

Con poquitas menos estarían Sonata Arctica, Muse, Atreyu, Metallica... ¡¡¡Es que 22 horas dan para mucho!!!

jueves, 20 de septiembre de 2007

Lo prometido es deuda

Relatito para la Ser casi todo basado en hechos reales. Me conformo con que, quien lo lea, acabe con una leve sonrisa.

“Lo siento, hicimos lo que pudimos. Está muerto”. Eso es lo que creímos escuchar entre un ruido chispeante de fondo. Sin casi acabar la frase, un runrún de suaves palabras malsonantes recorrió el vagón, seguido de miradas y muecas de media sonrisa como diciendo “como siempre”. La mayoría seguíamos con lo nuestro aunque buscando miradas de alivio y complicidad. Nuevo mensaje: “señores, la catenaria se ha roto”. A oscuras. ¡¡¡Lo qué faltaba!!!. ¿Podía pasar algo peor? “Señores, desalojen y anden hasta la estación”. Murmullo. Pero no todo fueron penas. A los nueve meses la niña se llamó Luz.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Nuevo microcuento para la cadena Ser. La primera frase tal vez fuerza el carácter triste del relato. He prometido que el próximo será irónico y algo más alegre, que necesito reirme.

No sé cómo tuve fuerzas para arrastrar el cuerpo y cubrir el agujero producido por el impacto del coche en la cuneta a modo de lecho mortuorio. Un sentimiento de culpa embriagó todo mi ser y se apoderó de mí el llanto, el temblor y la desesperación. Pude haber evitado esa catástrofe y no lo hice. A veces un simple “no” puede salvar vidas, y no tuve coraje. Dicen que el cerebro está preparado para afirmar. Un día tras otro pensando que era yo quien merecía yacer allí hasta que llegaste tú. Bendita seas señora muerte.

martes, 11 de septiembre de 2007

La sonrisa de la Himba:

Norte de Namibia, 11 de julio de 2007: una serie de poblados permanecen suspendidos en el tiempo. Los Himbas, etnia nómada, nos hace retroceder a nuestros orígenes. Lo verdaderamente impresionante de todo es que vas andando tranquilamente con tu cara de turista y te cruzas con ellos como si tal cosa. En un primer momento llama la atención su exotismo: las mujeres van con todo el cuerpo embadurnado de una grasa rojiza, con los pechos al aire y con un somero taparrabos por vestimenta. Pero una vez desaparecido este primer nivel de pensamiento primario, empiezas a pensar que estás viviendo un momento mágico, aunque es más que eso. Es transportarte a un mundo que está desapareciendo. De todas las himbas que he visto, hay una que no olvidaré jamás: acabábamos de salir del camping para hacer un recorrido a pie por los alrededores y a unos 50 metros, descalza, cabeza alta, esbelta y con sus minúsculos ropajes, se dirigía hacia unas cabañas contiguas. El suelo blanco y polvoriento contrastaba con el marrón rojizo de su cuerpo. Al fondo, unas montañas hacían de la estampa una fotografía alucinante. Podía haberla fotografiado (puñetero virus, todo lo queremos reflejar y poco en vivir). Yo preferí observar. La himba, a lo suyo. De repente giró su cabeza, me vio y sonrió. Me pareció obsceno mirar, pero sólo pude dejar de hacerlo un segundo. Ella seguía haciéndolo y sonriendo, hasta que se introdujo en su recinto y yo continué siendo un turista más, uno de tantos. Supongo que habría visto otros turistas (y más guapos). Siempre recordaré esa sonrisa y moriré sin saber qué pensaba esa mujer en ese momento. Sin duda, fue el mejor momento del viaje. Pensé que mi deber a partir de entonces es pensar en ella y en los suyos para que su mundo nunca muera (como decía Javier Cercas en Soldados de Salamina: “sólo muere alguien verdaderamente cuando se le deja de recordar").

Cuántas tribus, gente buena, han desparecido por mor del progreso. John Borman lo describió perfectamente en “La Selva Esmeralda”. Quedan pocos. Sólo deseo que en su territorio no aparezca ni petróleo ni diamante. Que aparezcan sería su fin, y esa es la gran contradicción occidental. ¿Estamos dispuestos a ser menos ricos, vivir con menos lujos?. Es fácil decir que sí, no nos cuesta nada. Mientras, ellos desaparecen. Sé que esta reflexión no es suficiente contraprestación, y eso me apena.

Carrousel de microcuentos

Por perro, tengo que colgar tres microcuentos. Dos de ellos para un concurso simpático y emocionante con los compañeros de la FEP de Hattrick (gracias, raze/amenambar) y uno para el concurso de la cadena Ser.

Los de la FEP son éstos. El segundo, pese a haberlo hecho deprisa y corriendo, ha sido el que más ha gustado.

No es justo

Soltó una carcajada y apagó el ordenador. ¿Cuándo fue la última vez? Su vida no había sido un camino de rosas: cuidar de sus tres hermanos tras la muerte de sus padres, trabajar, sin tiempo para divertirse, para querer…para amar. Le llenaba que los niños fueran ya adolescentes sanos y felices. Y por fin le llegó aquella concluyente frase: “te amo, cariño mío”. Fue en su búsqueda. Una curva traicionera. Triste ironía del destino: el día más feliz de su vida es el que Dios eligió para llevárselo. Lágrimas negras en el cielo caían por él.

Para llorar

Soltó una carcajada y apagó el ordenador; soltó una carcajada y se fue a vestir; soltó una carcajada y cogió el coche para ir a trabajar...así desde hacía 3 años. Los médicos decían que proviene de un shock emocional, pero él ni se acuerda cuál pudo ser. Un día, se levantó así, con una carcajada, y a cada acción que hace la suelta. Lo peor es en los entierros: la suelta cuando va a dar el pésame. Mortal. Ahora está en un puente, riendo. Espera que los peces tengan mejor sentido del humor.

El de la cadena Ser es este otro. Parece que no se ha entendido bien quiénes eran los amigos. Espero que alguien sepa encontrarlos.

Trepé al castaño y observé sin pestañear, escruté más bien, cada centímetro de mi cara reflejada en aquel espejo que aún se mantenía, casi ingrávido, por aquella cuerda desde hacía…muchísimo tiempo. Habían sido mis mejores amigos, testigos de mi primera salida nocturna…de mi primer amor. Pero, como casi todo en la vida, la amistad se truncó. Fui injusto con ellos. Pagaron los platos rotos de un desamor y los aborrecí. Me fui lejos para no verlos. No debí hacerlo. Ahora, en el final de mis días, me doy cuenta lo que hice. Nunca tuve amigos como ellos, nunca.