domingo, 28 de septiembre de 2008
Hay noticias que pasan totalmente inadvertidas. Es más impactante un gol polémico o la muerte de un actor. Pero hoy me ha entristecido la historia de una mujer de Afganistán: Malalai Kakar, 41 años y jefa de policía de Khandahar (fundada años a por Alejandro el Grande como punto de abastecimiento en su guerra contra los Persas y ahora sumida en el caos de los talibanes). Malalai luchaba simple y llanamente en favor de las mujeres de un pueblo oprimido en su libertad por tradiciones absurdas. Esta lucha le ha costado la vida. Hoy ha sido acribillada a balazos por molestar, por luchar, por la libertad. Vidas como la de Malalai son las que nos hace pensar en que somos humanos. Muertes como la suya son las que nos hace llorar como desgraciados. DEP.
http://es.noticias.yahoo.com/ap/20080928/twl-asi-gen-afganistan-violencia-1be00ca.html
jueves, 11 de septiembre de 2008
Tradiciones
Cuando el alcalde se acercó al cañón, supimos que deberíamos convocar elecciones. Ese gesto inauguraba una sucesión de tradiciones. Con la parafernalia atávica que proporcionaba el cargo, pegó el edicto y con voz grave leyó la escueta frase: “toda persona mayor de dieciocho años votará al único candidato, al Sr. Zacarías, o sea, a mí”. Los ciudadanos veníamos escuchando esa frase desde tiempos inmemoriales. Los Zacarías ocupaban el cargo desde los albores de la historia. Aquellas elecciones eran la mayor aportación a la democracia en nuestra pequeña república bananera. Y ¡ay de aquél que dijera lo contrario!, porque entonces aparecía la tercera tradición, la del hombre bala.
martes, 9 de septiembre de 2008
Atención al pegote
Eso dice el profesor Adrian North, de la Universidad Heriot-Watt de Escocia, que ha estado estudiando la relación entre la personalidad y las preferencias musicales.
Oleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, vamos, que el tipo se ha quedado a gusto. Resulta que cuando estaba en primero de BUP mi amigo Antonio Bueno me inculcó la música heavy (hasta entonces sólo escuchaba los 40 criminales) y me estaba a la vez inculcando amabilidad y creatividad, ah!!! y estar a gusto conmigo mismo!!!!!!!!!!!!!!!!!
jueves, 4 de septiembre de 2008
Doble moral
Aquí va el intento:
El serenatero gustaba de enseñar equilibrios a las cabras. La morfología de las de Austwichz las hacía idóneas, según los nazis, para desactivar las bombas que los aliados estaban lanzando por toda Berlín. Allí, al lado de los hornos, eran instruidas como si bailaran un vals. Sí, las cabras habían sido una buena salida contra el remordimiento de conciencia que le producía el haber tenido que llevar al suicidio a perros-kamikaze adiestrados para que se lanzasen como posesos bajo la panza de los tanques. Y de mientras, entre la ceniza, pensaba qué sería de él cuando la guerra acabara y susurraba para sí: “Con la paz no todos ganan”.