Relatito de la ser. Parece una llamada a la desesperación, pero nada más lejos de la realidad, es un alegato a que todo, por muy negro que parezca, tiene una luz que a veces de tan grande que es llega a cegar y dejar todo blanco. Por eso hay que saber encontrar la justa medida, ni calvo ni con dos pelucas, vamos.
Los hombres que a mí me gustan no saben llorar. Ese fue mi gran error. Si por lo menos hubiera dejado caer alguna lágrima tal vez ella me la hubiera absorbido con sus labios, con su humildad, con su corazón. Y en vez de una lágrima dejé caer una ilusión al suelo, la de sentirme amado para toda la vida. Desilusión, rabia y desesperación es lo que tengo ahora, arropada con una soledad difícil de llenar sin su sonrisa, sin sus mimos, sin su fuerza. Sólo me queda buscar la isla más desierta del mundo y desaparecer, con una sola cosa palabra pintada en mi baúl: adiós.
http://www.youtube.com/watch?v=5v-nRa0aOaY&feature=related
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Me gustaría esconderme, pero ¿dónde?