“Abrumado por tanta responsabilidad, el animal había huido”. Triste epitafio para alguien tan bueno. El mote de “animal” no se correspondía con la realidad, con su compromiso y con su humildad. Aquel día le tocaba lanzar un penalty con cincuenta mil nazis y el fürher mirándole fijamente. Terrible contradicción: era el de la victoria de su equipo frente al de