viernes, 14 de noviembre de 2008

Después de dos semanas de frases ratoneras, donde a duras penas daba para una miserable historia, me he atrevido a enviar a la Ser una no menos miserable historia, pero por lo menos tiene principio y final. Como siempre, lo que se intenta es que una neurona moribunda de mi vetusto cerebro se mantenga aún en la UVI gracias al esfuerzo que le ha supuesto parir este minirelatito. Aquí va, con más pena que Gloria:

Ahora sólo se alimenta de ricachones, la muy víbora, así se asegura salir a la calle, ser pasto de miradas, dibujar sonrisas o provocar llantos. Le importa poco que esos adinerados de venta segura sólo la utilicen para impregnar en ella el vómito de sus ordenadores. Quiere una vida fácil y próspera ¿Para qué sufrir tachones de bolígrafo barato que garabatea una caligrafía ilegible, ser arrugada con violencia y tener roales de café? Más próspero, sí, pero con mucho menos glamour. A ella le importa poco que hayan muy pocas cosas más excitantes que uno de los más terribles miedos: el de la página en blanco.

http://www.youtube.com/watch?v=_M6px6Ynm90&feature=PlayList&p=B9D8CE19D2BB467E&index=2