viernes, 23 de noviembre de 2007

¿Dónde está el infierno?

-No, así es el infierno.
El cardenal dio por acabado el cónclave con esas determinantes palabras. Mientras se mantenía pensativo, el resto, al unísono, se levantó de los asientos del coro recogiendo cuidadosamente sus hábitos de seda y se marcharon, sin atisbo de preocupación y sin mediar palabra hacia sus respectivas celdas. En el siglo XV habían pocas cosas tan claras como qué era el purgatorio. El auto de fe que había visto el cardenal esa mañana le hizo dudar. No podía ser que fuera allí mismo, ¿o sí?