jueves, 20 de septiembre de 2007

Lo prometido es deuda

Relatito para la Ser casi todo basado en hechos reales. Me conformo con que, quien lo lea, acabe con una leve sonrisa.

“Lo siento, hicimos lo que pudimos. Está muerto”. Eso es lo que creímos escuchar entre un ruido chispeante de fondo. Sin casi acabar la frase, un runrún de suaves palabras malsonantes recorrió el vagón, seguido de miradas y muecas de media sonrisa como diciendo “como siempre”. La mayoría seguíamos con lo nuestro aunque buscando miradas de alivio y complicidad. Nuevo mensaje: “señores, la catenaria se ha roto”. A oscuras. ¡¡¡Lo qué faltaba!!!. ¿Podía pasar algo peor? “Señores, desalojen y anden hasta la estación”. Murmullo. Pero no todo fueron penas. A los nueve meses la niña se llamó Luz.